jueves, 8 de septiembre de 2016

UN CASO ATÍPICO. UN ESPÍRITU EN COMÚN.



Una misma Congregación y dos fechas diferentes según el hemisferio en el que te encuentres para celebrar el día de su Fundador. Los Menesianos (o Hermanos de la Instrucción Cristiana) no dejamos de ser muy originales.

Si pasaste toda tu vida en un colegio menesiano del hemisferio sur, el 8 de setiembre es una fecha que recordarás, al menos por los dibujos para colorear, los motivos en sus paredes y carteleras, la jornada de juegos, el himno al Fundador, los concursos, en algunos casos la misa,… o al menos por ser uno de esos días que, al empezar un nuevo año escolar, buscabas en el almanaque deseando que no cayera ni en sábado ni en domingo, y así tener un feriado más. (No sólo los alumnos, también los educadores del hemisferio austral tienen esa misma costumbre) 

Pero, si eres un exalumno menesiano del hemisferio norte, y has dejado contagiarte en algo con lo menesiano, el octavo día de setiembre pasará desapercibido en tu memoria afectiva, y será el 26 de noviembre la fecha que removerá en ti alguno de aquellos recuerdos.
Has leído bien, 26 de noviembre, no 26 de diciembre, fecha del fallecimiento de Juan María de la Mennais. Ya que en diciembre, la celebración boreal de la Navidad, no deja lugar para recordar al curita bretón que dio lugar a una tradición educativa que dentro de poco tiempo llega a sus doscientos años de existencia. El día del Fundador se adelanta un mes en esta parte del planeta.

Dejando de lado disquisiciones temporales, este año me ha tocado nuevamente vivir el 8 de setiembre en el hemisferio norte.
Me encuentro compartiendo unos días con la comunidad de Hermanos Menesianos que animan junto a unos 40 educadores el CENTRO ZAMORA JOVEN. No hay dibujos para colorear, ni cantos, ni misas, ni juegos,… es un día común y corriente, pero, ¡cuánta vida menesiana! ¡Cuánta vida entre-lazada, cuánta pasión por estos jóvenes cuyos desgarros existenciales justifican la entrega de quienes velan por actualizar aquello de ir a la frontera, escuela templo, hospital, refugio,…dejen que los niños vengan a Mí…
Es cierto, no todos los educadores lo viven desde la relación fe-educación que dio origen a la tradición educativa menesiana. Pero, de lo que no hay duda, es que al escucharlos, al asistir a sus reuniones de programación y viéndolos tratar y dialogar con los ‘chavales’, queda al descubierto la pasión que los anima: “Que estos jóvenes no fracasen en esta segunda oportunidad, porque tal vez no tengan una tercera. Inventemos algo para no perderlos” (Palabras de un educador durante una entrevista personal en el día de hoy)
¿No es esta una manera muy menesiana de vivir un 8 de setiembre en el hemisferio norte?

¡Feliz día para todos a los que les anima esa misma pasión!






martes, 26 de enero de 2016

PRESENTES EN LES CAYES DESDE 1872
ESCUELA ODILE JOSEPH
Mi inmersión en la realidad haitiana continúa (enero 2016)  Termino mi visita a la comunidad de Hermanos Menesianos ubicada en el la región oeste del país quienes animan la escuela Hermano Odile Joseph.

Un poco de historia: En 1909, los Hermanos de Francia estaban decididos a cerrar la misión, pero el Capítulo General de la Congregación no estuvo de acuerdo. Para relanzar la obra, se le pidió al Hermano Odile Joseph (francés) que volviera al país en el cual él había sido misionero. Gracias a la entrega de este Hermano, la misión de Haití se relanza con un nuevo entusiasmo del cual son herederos los Hermanos que hoy continúan la siembra en estas tierras.
La actual comunidad está formada por cuatro Hermanos haitianos: Hermano Ewald (53), Hermano Dufreine (57), Hermano Jean Yvelt (30) y Hermano Jean-Marc (32). Los cuatro implicados en la misión al servicio de los niños y de los jóvenes de la tercera ciudad del país.
Al llegar el sábado, a la mañana, los Hermanos acompañaban a los participantes del encuentro diocesano del grupo apostólico en la catedral. La misa fue presidida por el Cardenal Langlois, quien a pesar de la situación inestable del país, se hizo presente para animar a los jóvenes fieles de su diócesis. A la tarde, el patio del colegio cobró nueva vida con las actividades deportivas.
Los proyectos no faltan para seguir haciendo crecer esta presencia. Los Hermanos son conscientes de los desafíos que supone ser fieles a la misión educativa según lo soñaba Juan María de la Mennais y Gabriel Deshayes, pero, también se saben herederos de una rica historia de la cual el Hermano Odile Joseph es solo uno de los ejemplos.