y vuelvo con alegría’
El domingo pasado en la Casa Generalicia (Roma), el Hermano
Superior general y los miembros del Consejo, agradecíamos la entrega del
Hermano Louis Balanant y del Hermano Delfín López, por tantos años de servicio
a la Congregación, el primero como Ecónomo general y el segundo, como
Postulador de la Causa de nuestro Fundador.
Sólo quisiera compartir con los Hermanos y Laicos de
Argentina y de Uruguay, el gozo interno que me provocó escuchar decir a nuestro
octogenario Hermano, mientras sostenía unas hojas en las que se percibían algunos
pensamientos, que le servían más de excusa que de base a su oratoria: ‘Vuelvo a mi Provincia, y vuelvo con
alegría’.
El Hermano Delfín, después de una década al servicio de la Causa del Padre
Fundador, en noviembre regresa a la Provincia. Durante estos diez años en Roma,
se entregó a la misión encomendada, con la pasión que lo caracteriza. Numerosos
obstáculos encontró en el camino, pero su confianza en la Providencia y su amor
a la persona de Juan María de la Mennais, le animaron una y otra vez a retomar
la marcha.
Hoy, está a punto de partir, y como Moisés, que guió al
pueblo pero no pudo entrar a la tierra prometida, nuestro Hermano no ha
disfrutado aún el fruto esperado de su trabajo: ver a Juan María reconocido
como santo en la Iglesia.
Personalmente, no me cabe duda que ese fruto llegará. Podrá
retardarse pero llegará, porque Dios es fiel, y porque gracias a la persona de Juan María, muchos niños y jóvenes
aprenden a conocer y amar a Jesucristo en sus escuelas, y tantos otros encuentran
un horizonte de sentido para sus vidas, a través de los lazos que van tejiendo
en las comunidades educativas menesianas.
No dudes Hermano
Delfín, que quienes sean testigos de ese día por el que has trabajado tanto,
recordarán que tú has puesto tu granito de arena para que así sea.
Ahora, vive lo que
nos has dicho el domingo: ‘Vuelvo a mi
Provincia, y vuelvo con alegría’.
Confirma con tu vida que ¡SER HERMANO, ES
UNA BUENA NOTICIA!